El “celeste” se
llevó el clásico de la ciudad de Los Hornos, demostrando que el campeón quiere
seguir por la senda del triunfo.
En una tarde primaveral, con mucho sol y calor se disputó
el clásico de Los Hornos. El reloj marcaba las 16 horas cuando el pitazo
inicial anunció que San Martín estrenaba la chapa de campeón, nada menos que en
cancha de Fomento.
Apenas comenzado, el “celeste” manejó el ritmo del partido,
jugando corto y con la pelota sobre el piso. No tardó en llegar el gol de
Eduardo Carreras tras un tiro libre bien ejecutado en los pies de Piris. De
esta manera San Martín se puso en ventaja y obligó al local a ir por el empate.
Luego del 1 a 0, el “celeste” se retrasó unos metros en la
cancha, lo que derivó en un envión de Fomento, pero que no se transformó en
nada peligroso porque solo se trataban de pelotazos, por lo que Acosta y
Liporace se transformaron en hombres fundamentales para frenar dichos envíos.
El segundo tiempo fue parejo hasta la expulsión de Liporace,
lo que inclinó el partido en favor del local. Ahí fue cuando nació la figura de
Cabrera, con mucha seguridad y descolgando centros peligrosos, transformándose
así en uno de los protagonistas del encuentro.
Finalmente tras sufrir más de la cuenta el último campeón
está más vivo que nunca y demostró que lo logrado hasta aquí no es casualidad.
Comenzando con el pie derecho su participación en el torneo y demostrando que
el clásico de Los Hornos tiene dueño. El 1 a 0 y festejo interminable del más
grande del barrio.